El ex-Presidente del gobierno Felipe González ha abandonado recientemente del Consejo de Participación del Parque Nacional de Doñana porque, decía, no tenía tiempo para perderlo en esas pequeñas cosas. Casualmente, siendo aún presidente de este Consejo, dio su visto bueno a un proyecto para almacenar y transportar gas por el subsuelo de Doñana. Un contrasentido que atentaba contra una función de protección de la naturaleza y que defiende a la vez un proyecto de hidrocarburos contaminantes.
González Márquez es miembro ahora consejero –para ese sí tiene tiempo- de Gas Natural Fenosa, que es la que pretende que una empresa filial del grupo, llamada Petroleum Oil Gas España, utilice el subsuelo del Parque Nacional de Doñana para el almacenamiento del gas natural, así como la construcción de un gaseoducto de 18.169 metros bajo la tierra del paraje de El Saladillo, al norte del arroyo de La Rocina, en el término municipal de Almonte, Huelva. Este paraje está incluido dentro del Plan de Ordenación Territorial de Ámbito de Doñana (POTAD).Está calificado como zona A, es decir, de máxima protección. El proyecto afecta a hábitats prioritarios que han sido declarados como Lugares de Interés Comunitario (LIC) de acuerdo a la directiva de la Unión Europea.
Por esa razón, cuando hemos conocido que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente ha dado el visto bueno a este escandaloso proyecto, hemos hallado las respuestas para algunas preguntas en relación a “un asalariado de lujo” que percibe retribuciones de expresidente del gobierno y de una empresa energética y, a su vez, venía de presidir el Consejo de Participación de un Parque Nacional único en el planeta por su biodiversidad y su valor ecológico. Algo como que no cuadraba.Por eso es por lo que nuestro parlamentario Ignacio García ha exigido a Felipe González que explique cuál ha sido su papel, dado que se convirtió en consejero de la energética tan pronto como dejó Doñana para la que decía no tener tiempo y se fue de consejero de gas.
Al mismo tiempo García ha declarado sin matices que Izquierda Unida se sitúa claramente en contra del proyecto de la empresa de gas y ha instado al gobierno andaluz, que tiene las competencias de medioambiente, a utilizartodos los instrumentos a su alcance para evitar que se lleve a cabo esta barbaridad.
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